domingo, 24 de febrero de 2013

El Hambre Mata las Letras

La Letra con Hambre no Entra http://www.jornada.unam.mx/2013/02/22/politica/004n1pol “Por eso son delgaditos. Se les ven los huesitos, pero tienen mucha pancita y ahora que hace frío se quejan: ‘maestra, hace mucho frío, me duele’ Y cargan hasta dos o tres suéteres.” Al director de la escuela, Osvaldo Camarillo, le desagrada que sus alumnos consuman tantas frituras. Afuera hay cuatro puestos con esos productos y jugos. Pero la situación era peor hace un año, cuando la venta de sopa Maruchan era el negociazo. Describe como una guerra la que libró con los comerciantes para que dejaran de vender esa sopa que no nutre y ofrecieran tortas o tostadas. Además habilitó un espacio dentro del colegio para expender verduras y frutas, pero terminó por cerrarlo por las grillas de los padres de familia. Su siguiente batalla –pero, espéreme, déjeme descansar un poquito– es erradicar las frituras y abrir una cooperativa donde los 635 niños puedan comprar guisados y comida fresca. El problema son los precios altos, porque no hay verdulerías y menos un mercado en el municipio, así que la verdura y las frutas deben traerse de Huajuapan, la ciudad más próxima. Aun con las carencias –tres grupos toman clases en piso de tierra y entre láminas, ya que derribaron algunos salones para construir nuevos–, Camarillo está orgulloso del plantel. El año pasado dos niños de sexto grado consiguieron la beca del Bicentenario por su alto desempeño escolar. Baja de un montículo donde están los salones, camina hacia una pequeña casa amarilla, abre las dos chapas de la puerta y presume 13 computadoras cubiertas con sus fundas originales. Cuando conecten Internet –espero que sea pronto–, los alumnos podrán cumplir con las tareas que dicen los libros: entra a la página web, investiga e imprime. De regreso al primero A Adriana González, de 11 años, auxilia a los más pequeños a formar palabras con sílabas escritas en cartón. La maestra Chávez relata: su papá la iba a sacar de la escuela por ser mujer, pero le pedí que la mandara. Ella me ayuda con los chiquitos, aprende y le enseña a los demás. Porque para algunas niñas el paso siguiente de la primaria es la maternidad. Tengo tres niñas que salieron de sexto, ya tienen a sus bebés y van por el segundo. ¿Qué tipo de alimentación y educación van a recibir sus hijos?, se pregunta. AnteriorSiguiente Subir al inicio del texto

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